En la noche anterior, así como la de todos los días. Beba, música y demás barbaridad que te encuentras en el camino, me di cuenta en ese sonido que solemos olvidar. Lo cotidiano, hace una obra maestra, el ruido de los carros acompañado, del ritmo de el rio , y el canto agudo de la gente que deambula de un lugar a otro, arman una sinfonía momentánea, recuerdas que debes hacer lo mismo a diario y armas tu sinfonía callejera a cada momento.
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